viernes, 19 de agosto de 2011

Menos da una piedra...

  El valor pecuniario de cualquier tipo de piedra natural, está supeditado a muy distintos factores:
En si, una piedra no es más que eso...una piedra, recordemos el dicho castizo español ¡ Menos da una piedra!, empleando un tono, algo despectivo y descalificativo, pero nada más lejos de la realidad.
Desde el principio de los tiempos, la piedra a formado parte del día a día de los seres humanos. Para hacer fuego, se frotaban dos piedras, para la fabricación de útiles de defensa, como las puntas de lanza y flecha, con las ondas, los proyectiles eran piedras, se han encontrado útiles de corte de piedra como achas y cuchillos etc, también un brazo certero, empuñando una piedra puede ser de gran contundencia.
Con el paso del tiempo, nos hemos ido adaptando, y utilizando los conocimientos y las aptitudes propias del raciocinio, de los seres humanos, hasta llegar a darle a la piedra natural una serie de valores añadidos y estéticos, muy amplios.
Cada trozo de piedra es un mundo, no todas las piedras tienen las mismas características químicas y físicas, variando su densidad y composición mineral, como consecuencia de su origen de formación.
Como consecuencia , el valor de una piedra natural, viene dado por una serie de factores determinantes.
A parte de su belleza óptica, que claro está, es muy importante, posiblemente el más determinante, es la capacidad que una piedra tiene para adquirir brillo.
Otro factor importante es su dureza, a más dureza, más dificultad de elaboración, por tanto mayor precio, pues aumentan los costes de herramientas de corte y pulido, todo lo cual encarece el producto final.
Otro factor relevante, es la mayor o menor abundancia de un determinado tipo de piedra en la naturaleza, y claro está, encontrarlo en estado propicio para su extracción y elaboración. Como ejm, se puede decir que una de las piedras naturales más abundantes en la naturaleza, son las piedras Berroqueñas, o granitos, pero en la mayoría de los casos, su extracción y elaboración resultan prácticamente imposible, por encontrarse en yacimientos, en donde está muy fragmentado y erosionado, haciendo casi imposible su aprovechamiento.
Otro de los factores que intervienen también de forma decisiva en el valor de la piedra natural, es su valor estético, una vez pulimentado. Se da la paradoja, en la mayoría de los casos,  que a mayor belleza, mayor es también su fragilidad, lo que también repercute en su precio final, debido al exceso de desperdicio que genera, por consiguiente, más gasto de elaboración, y menos cantidad de producto final, repercutiendo de forma importante en el precio resultante.

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