lunes, 9 de abril de 2012

LA PIEDRA NATURAL: POSIBLES PROBLEMAS.

La piedra natural en comparación con otros materiales de construcción, tiene la ventaja, de presentar una mayor duración en el tiempo, de ahí el motivo de su utilización en la construcción durante siglos.
Cualquier construcción está sometida a la acción de un gran número de agentes externos, que son condicionantes de su evolución a lo largo del tiempo. Estos agentes se conocen como factores de alteración, y son definidos como aquellos factores capaces de provocar cambios perjudiciales en ciertas propiedades, poniéndose de manifiesto en forma de indicadores de alteración, a través de determinados mecanismos. Por consiguiente, estos factores de alteración son condicionantes del comportamiento de los materiales en una construcción.
Particularmente en el caso de la piedra natural, los factores de alteración los podemos considerar de dos clases. Por una parte los externos, condicionantes en gran medida, de las transformaciones sufridas por los materiales constituyentes de una obra. Por otro lado, la propia estructura y los materiales de la pieza, conformando los factores intrínsecos de alteración, dependiendo de las características del material pétreo, influyendo en su evolución natural.
Las alteraciones las entendemos por el cambio de propiedades que experimenta la piedra, mediante las variaciones del medio que las rodea, evolucionando hacia situaciones de nuevo equilibrio.
Cuando el material llega a una pérdida de propiedades, esta alteración se llama degradación, y cuando esta degradación, es incluida en un concepto más amplio, como es un edificio o una unidad de este, se denomina patología.
Así pues podemos decir que las patologías son problemas inherentes, asociados al proceso constructivo y a la evolución de las propiedades de los materiales, apareciendo en los edificios, con posterioridad a su ejecución.
Por tanto la piedra natural puede sufrir modificaciones como consecuencia de diferentes factores de alteración, como el ataque de distintos agentes agresores y sus combinaciones: sales, aguas, organismos, acción antrópica etc.
Los principales factores causantes, pueden agruparse en seis apartados:
1- Factores intrínsecos.
2-      "        ambientales.
3-      "        de uso.
4-      "        biológicos.
5-      "        de tensión.
6-      "        incompatibles: (Tipo de material, cálculo, selección, colocación etc.)
Los factores incompatibles son los más fácil de minimizar, permitiendo detectar los siguientes:
- Defectos de material pétreo: Por causas naturales de extracción, de transporte o colocación.
- Elección inadecuada del material: Tipo, acabado, tratamiento o uso.
- Dimensiones incorrectas del producto: Por desconocimiento de las características físicas o mecánicas del material empleado.
- Defectos de ejecución: Mano de obra no cualificada, sistemas de colocación inadecuados.
- Falta de mantenimiento o mantenimiento inadecuado.
Cada uno de los factores citados por separado o su combinación, producen mecanismos que originan dentro de un edificio patologías que se pueden  manifestar de diferentes formas, y que se conocen como indicadores de alteración, a modo de desprendimientos, roturas, fisuras, oxidaciones, deficiencias ornamentales, y todo ello pudiendo contribuir a la ruina de una obra o a problemas estéticos de muy diversa índole.
Por tanto, el conocimiento y asesoramiento previo al uso de un producto tan noble, bello y duradero como es la piedra natural, en el proceso constructivo, permite disfrutar de un material considerado como casi eterno, pero que puede perder su valor funcional, artístico o estético debido a la alteración de sus características iniciales, producto en la mayoría de los casos, de un proceso patológico predecible.
Como se puede apreciar en las fotos, el uso inadecuado de materiales de fijación a la obra, hace que la piedra quiebre, como consecuencia de la dilatación de los materiales con que ha sido fijada, se puede ver claramente en la escalera de la primera foto, donde las tabicas de gris han cedido llegando a reventar.
Igualmente podemos apreciar en el zócalo de mármol Anasol, como en la parte superior aparece el óxido en superficie, como consecuencia de haber utilizado anclajes a la obra de hierro, cosa que por otra parte, es fallo de manipulación por parte de personal no cualificado, es de todos sabido el desprendimiento de óxido por parte del hierro en contacto con la humedad.
Finalmente en la última foto, podemos apreciar como la esquina del zócalo, cede sin llegar a romper, al igual que las tabicas de  la escalera, debido a la utilización de mezcla de fijación no adecuada, y por consiguiente al dilatar por acción de la humedad, hace que la piedra pierda su situación inicial, descolocando las piezas de mármol, haciéndole perder gran parte de su belleza inicial.


Fuente: Arquitectura, rehabilitación y eficiencia energética.

No hay comentarios:

Publicar un comentario