En la provincia de Almería, entre las sierras de los Filabres y las Estancias, está ubicado el valle del Almanzora, donde se encuentra la conocida comarca del mármol.
De entre los muchos productos extraídos de su suelo, el más enigmático y conocido es el Blanco Macael.Es un mármol de unas características excepcionales, y posiblemente el de más calidad del mundo.
Sus características tanto físicas, químicas y morfológicas, le han permitido permanecer inalterable, al paso de los siglos, en monumentos tan emblemáticos y bellos como son la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba, entre otros muchos.
Ya Fenicios, romanos y musulmanes, fueron capaces de ver y aprovechar las excelencias de este material, de intensa belleza y calidad, que trabajado por manos expertas, de artesanos y artistas de la época, fueron capaces de transportarlo, y utilizarlo en importantes monumentos que aún perduran.
En esta comarca almeriense, la economía ha girado entorno a la piedra natural, desde tiempos inmemoriales, hasta la actualidad.
A parte de el B Macael, de su suelo también se extraen otros mármoles de gran belleza , calidad y resistencia, como son los verdes, amarillos, grises, una importante gama de colores en travertinos, y varios tipos de piedras naturales de construcción, como son las cuarcitas, en formato de piedra rústica, elaborada a mano con martillo y cincel y grandes dosis de paciencia y sacrificio.
Debido a la gran profesionalización alcanzada en esta comarca, entorno a la piedra , y como consecuencia del hecho, de que el mundo se ha globalizado, en estos últimos años, no solo se trabajan y comercializan los materiales autóctonos de toda la vida, sino también una amplia gama de mármoles y granitos y todo tipo de piedras ornamentales, provenientes de todos los puntos del mundo.
Cualquier trabajo realizado, en esta comarca del norte de Almería, por regla general, goza de una calidad propia, que solo la dan siglos de dedicación y esfuerzo, entorno a la piedra natural y a sus conocimientos heredados de padres a hijos.
En las imágenes que siguen a continuación, podemos apreciar la evolución, que han experimentado, los telares de aserrar los bloques de mármol.
A finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, las tablas se obtenían, cortando los bloques con telares de láminas de acero y arena de playa, que con su abrasión, iban cortando las planchas, con el lento baiben de los telares y muchas horas de funcionamiento. En la actualidad el sistema es el mismo, pero con telares de última generación, mucho más rápidos y eficientes, también con láminas de acero, pero con los filos de corte, recubiertos de diamante, lo que hace disminuir el tiempo de funcionamiento de un corte, en un 99%.
En lo concerniente al transporte, de cantera a fábrica, si nos remontamos a los años 50 resulta curioso, como podéis apreciar en la primera imagen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario